Pasatiempos para liberar stress🇦🇷

[that-weird-dude]

Saludos gentes de zv!
Hoy me paso algo bastante particular mientras hacia las compras pal mes, vi una tipa que paró en la esquina y se bajó de la moto tan solo para saludar a un perrito de la calle y le dio un tierno besito en la nariz, pero claro, uno con la mente sucia lo primero que piensa es ya saben jaja, mucha gente de la zona (Gualeguaychú) trata bien a los tantos perritos de la calle que hay pero en este caso ella lo miró con una carita como que muy especial, casi que le brillaban los ojos, pero nadie de toda la gente que andaba le dio bola a la escena y me hizo pensar en que tal vez hay muchos mas zoo de lo que por ahí creemos.
De aquí el título del post, por ejemplo yo antes casi ni sacaba a pasear al perro por que me sentía perseguido por las miradas, no se me imaginaba que alguien vendria a escupirme en la cara "AY QUE ENFERMO ZOOFILICO!" y me hacía toda la película de que me arruinarian la existencia. Por eso salia seguido a conocer perros y a hacer el esfuerzo de saludarlos y quedarme un rato ahí jugando o llevarles algo de comida y asi perdí ese miedo ridículo, así surgió ese pasatiempo tan liberador de a veces salir solo a deambular en busca de algun perrito con quien pasar el rato sentado en el parque o a orillas del río sin hacer nada raro, simplemente estar y disfrutar la compañía canina...
Me gustaría escuchar sus pasatiempos liberadores y como surgieron, o que les gustaría poder hacer sin sentirse vigilados

 

[TropicalCritter]

Una vez fuimos a pasar el día con Negro (mi compañero) y unos amigos a Gualeguay y la pasamos bien. Ni idea como sean las demás localidades entrerrianas como Gualeguaychú porque no conozco nada más de por allá, pero Gualeguay al menos parece tranqui, igual que Zárate, San Pedro, Ramallo, y las otras localidades de este lado que bordean el Paraná.


Ahí estaba echado

Para liberar estrés, con él salíamos los dos seguido a caminar por la zona del barrio en el que vivíamos antes. Teníamos dos recorridos, uno largo por el que íbamos cuando no hacía tanto calor y uno de menos cuadras para los días calurosos. El acorte de distancias no era por mí sino por él, que tenía tendencia a tener unos kilos de más y ya tenía sus años encima.

Había días que nos quedamos en casa y nos relajábamos un rato en el techo de losa. Ese techo lo fui cargando de tierra con el tiempo, le hice unas contenciones y terminó convirtiéndose en un techo verde. Al tener una capa de tierra de varios centímetros de espesor, el pasto y otras plantas crecen excelente. El año pasado cuando él murió, hice un cantero con ladrillos retak ahí, lo rellené con tierra y lo convertí en su tumba. Quise que fuera así por ser el lugar en el que pasamos tantas tardes juntos.

Hoy día mis actividades desestresadoras son las mismas, sólo que con Luna y Marina, dos perras que nacieron en la casa de al lado exactamente dos meses después de la muerte de Negro. Luna y Marina fueron las dos únicas sobrevivientes de una camada de 7 y decidí hacerme cargo de las dos por la cantidad de eventos raros que pasaron en torno a ellas tanto antes como después de traerlas a casa. Estoy bastante convencido de que Marina es Negro, así que aunque no pueda probar que la reencarnación ni otras cosas raras existen, estoy bastante convencido de que es así.

Supongo que en este nuevo inicio nos quedan cantidad de salidas liberadoras por delante

 

[that-weird-dude]

Una vez fuimos a pasar el día con Negro (mi compañero) y unos amigos a Gualeguay y la pasamos bien. Ni idea como sean las demás localidades entrerrianas como Gualeguaychú porque no conozco nada más de por allá, pero Gualeguay al menos parece tranqui, igual que Zárate, San Pedro, Ramallo, y las otras localidades de este lado que bordean el Paraná.

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Ahí estaba echado

Para liberar estrés, con él salíamos los dos seguido a caminar por la zona del barrio en el que vivíamos antes. Teníamos dos recorridos, uno largo por el que íbamos cuando no hacía tanto calor y uno de menos cuadras para los días calurosos. El acorte de distancias no era por mí sino por él, que tenía tendencia a tener unos kilos de más y ya tenía sus años encima.

Había días que nos quedamos en casa y nos relajábamos un rato en el techo de losa. Ese techo lo fui cargando de tierra con el tiempo, le hice unas contenciones y terminó convirtiéndose en un techo verde. Al tener una capa de tierra de varios centímetros de espesor, el pasto y otras plantas crecen excelente. El año pasado cuando él murió, hice un cantero con ladrillos retak ahí, lo rellené con tierra y lo convertí en su tumba. Quise que fuera así por ser el lugar en el que pasamos tantas tardes juntos.

Hoy día mis actividades desestresadoras son las mismas, sólo que con Luna y Marina, dos perras que nacieron en la casa de al lado exactamente dos meses después de la muerte de Negro. Luna y Marina fueron las dos únicas sobrevivientes de una camada de 7 y decidí hacerme cargo de las dos por la cantidad de eventos raros que pasaron en torno a ellas tanto antes como después de traerlas a casa. Estoy bastante convencido de que Marina es Negro, así que aunque no pueda probar que la reencarnación ni otras cosas raras existen, estoy bastante convencido de que es así.

Supongo que en este nuevo inicio nos quedan cantidad de salidas liberadoras por delante